GASTROGURÚ 30
ANTONIO PELLICER
GERENTE DE CAFÉS SALZILLO
Fotografía: Antonio Juan Gras Alarcón
Tal vez sean pocos los sepan que siendo un producto que
para muchos es de uso cotidiano, el café es el segundo producto, por detrás del
petróleo, que más divisas mueve en todo nuestro planeta, muy por delante
también de ese metal que parece que es
quien gobierna los designios del hombre, el oro.
La eficacia empresarial de Antonio Pellicer, murciano que
lleva cuarenta años en el sector cafetero con su empresa Salzillo, radica no
solo en haber dado el protagonismo que se merece el profesional que día a día
sirve centenares de tazas, dotándole, mediante la formación (ha creado en su
empresa una escuela para baristas que ha ido ampliando a las diversas zonas de
España donde ha conseguido exportar su marca), de la eficacia y mejora para
tratar técnicamente con ese producto que visto de cerca tiene múltiples
familias, orígenes tropicales, y según como sea servido llega a convertirse en
una deliciosa adicción. Sino que además lucha porque desde el origen el
recolector tenga contratos justos y el
productor ejerza correctamente su tarea.
Éste hombre que habla con conocimiento del elemento que
es la base de su trabajo, es un claro ejemplo de lo que debería ser el
empresariado en un país donde aún hay poca afición a investigar, a apoyar
causas sociales, y a activar, desde la publicidad y el conocimiento profundo de
la base de su empresa, una cultura real sobre su mundo.
Ha conseguido que en ésta comunidad se beba muy buen café. Que haya profesionales que amplíen sus cualidades laborales, y que siga habiendo márgenes para la investigación, como esa colección de cremas heladas que ha preparado, desde el año pasado, para el verano.
Le preocupa la ecología y la sostenibilidad del planeta,
por ello fomenta la producción ecológica, y se asombra de que en zonas como
Valencia cada vez sea más normal
encontrar que son los cafés ecológicos los que se sirven a diario. Busca
productos reciclables para sus vasos de usar y tirar, y nuevas fórmulas para
que ésta bebida estimulante, con agua y un fruto tostado, obtenga el respeto y
el beneplácito de quien se acerca a ella. Pero es consciente de que la calidad proviene de una materia prima excelente y que
nunca va a cejar en el empeño de luchar para que el hostelero sea consciente de
que ese es un paso que no debe de esconderse detrás de la palabra crisis.
Afirma que el 70%
de los resultados a la hora de beber un café es de quien lo elabora, que falta
mucho profesional en el sector y que se ha perdido pasión o un deseo por
alargar los sentidos de quien se acerca a las barras. La apuesta base de su
empresa siempre será la formación. “Los que lo hacen bien triunfan” piensa
quien valora sobre todo a la persona, porque están sobre todas las cosas y si
no se cree en ellas el mundo no tiene sentido.
Antonio Pellicer lucha por la calidad. Salzillo es la
herramienta para que los baristas sean cómplices por trasmitir la manera de
entender la vida que parte del recolector, pasa por la maquinaria, la técnica de quien lo
sirve, y el conocimiento final del que bebe esa taza que es, para muchos, el
comienzo, día a día, de la vida.