GASTROGURÚ
NACHO
ABELLÁN
JEFE
DE COCINA DE HISPANO
Nacho Abellán y su hermana Lola |
Las
elecciones de nuestro destino, en la vida, a veces aparecen de la manera más
casual.
Cuando
Joaquín Abellán, segunda generación de hosteleros y ya asentado con su Hispano de la calle Arquitecto Cerdá, siendo el tercer
cambio de ubicación de la empresa, decide que su hijo Nacho, el menor de cinco
hermanos, le ayudara en el restaurante, lo coloca en la dificilísima posición
de “cantar las notas de cocina”. Algo así como un Iniesta de la cocina, que va
dando juego para que las mesas que esperan tengan un orden sensato y puedan
recibir los triunfos culinarios en el momento preciso. Todo un orquestador
implacable y poderoso.
Nacho junto a sus hermana Rocío y su hermano Balta |
Nacho
ha ido trabajando con la empresa familiar días festivos, meses estivales, y
cuando se le oye hablar de ese tiempo de infancia, lo hace con tal agrado que
me sorprende. Jugó con sus hermanos, también implicados en otras áreas del
negocio, y ahora juega con sus hijos,
dedicándoles todo el tiempo que le deja ésta extraña y adictiva profesión que
es la hostelería.
Pero
que nadie piense que un cocinero no es un hombre formado. Nacho hizo Cou en
Estados Unidos, y luego estudió económicas por el empeño materno. Pero se
decantó por quedarse en el puesto que el gran Joaquín visionó para él. Y fue aprendiendo
y sintiendo orgullo de ser parte de una saga, viviendo las entrañas, duras a
ratos, festivas en otras, de una hostelería clásica, donde el cliente es un
amigo, al que sobre todas las cosas hay que hacer feliz cuando decide
visitarnos, al que no hay que molestarle hablando de lo mal que está la
situación, hay que divertir para que disfrute en su estancia y nunca nunca
desilusionar.
Salón del Hispano Nueva tradición |
Nacho
habla pausadamente de la disciplina, de la dureza del trabajo, de la
comprensión de las parejas de los que habitan este mundo que ahora sufre pero
que no ceja en ofrecer un servicio social liberador y brillante. Ha ido
aprendiendo lo que significa dirigir algo que no se pone en marcha por sí solo.
Que hay que ir ampliando conocimientos para que pueda seguir estando a flote. Y
habla con cariño de las enseñanzas que tuvo en casa del gran Salvador Gallego,
o de ese mago elegante que es Alfonso Egea, o de los cursos a los que asiste,
como el que disfrutó hace apenas unas fechas con Quique Dacosta.
Atún con salsa de mostaza y aceite |
Se
obsesiona por hacer la compra todos los días, por ampliar el espectro de
nuestra gastronomía sápida, y habla del atún, de los níscalos o de la perdiz
como integrantes no demasiado visibles de nuestra cotidianidad gastronómica, a los
que hay que tratar con rigor y eficacia. O del sofrito como un aroma
emblemático de nuestro ser mediterráneo.
Nacho
Abellán trabaja para que la tradición sea tan valorada como la mayor novedad,
porque la emoción también se encuentra en la clasicidad. Y éste hombre afable
se esmera en que los clientes que llegan hasta su casa, más que preocuparse por
el precio que van a pagar, sientan que son queridos, tratados de manera
inteligente y perciban que la tradición puede ser un reposo frente a los días
agitados que vivimos.
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