GASTROGURÚ
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JOSEÁN
MERINO
COCINERO. PROPIETARIO DE MARMITACO Y PERRETXICO.
MEJOR BARRA DE PINTXOS
DE ESPAÑA 2011
Fotografía: Antonio Juan Gras Alarcón
Algunas
veces los cocineros piensan que su función también está en mejorar, con sus
investigaciones y trabajos, los aportes que la industria hace para facilitar la
cotidianidad del colectivo al que pertenecen. Así que Joseán Merino, vitoriano del 74 que estudió Gestión
Hotelera en vez de cocina, aunque tuvo
que lanzarse a ella cuando montó “Albatros” en 2006, su primer local con un
socio que abandonó la empresa, lleva un tiempo ampliando sus miras, afianzando
sus dos locales en la que es éste año
Capital Gastronómica de España, y con la creación de su taller de I+D quiere
dar el paso para acercarse hasta la industria con aportes que sirvan para
mejorar el listón, cada vez más exigente, de un trabajo que busca sobre todas
las cosas la excelencia.
El camino de
tener que adentrarse en la cocina de sopetón, y no con una formación reglada,
le hizo no dar por sentado nada. Tirar de intuición. De cierto ingenio
malicioso que le ha hecho capaz de crear pintxos que marcan un nuevo camino
dentro de éste saturado sector que tiene al País Vasco como referente mundial.
Y que a veces cuesta diferenciar frente al concepto tapa. Pues si la “Gilda” es
el ejemplo por excelencia de lo que es el pintxo, un alimento que se come en
uno o dos bocados, usando generalmente
la mano como elemento, la tapa necesita de cubierto, y sus gramajes
suelen ser mayores.
Consciente
de que España es un país en donde se come muy bien en su amplia geografía, y
que la famosa RCP impera, se muestra orgulloso al constatar que Vitoria, que le
ha tocado el papel de la más fea gastronómicamente hablando, tiene al menos
cinco barras que pueden estar al nivel de las más reputadas en Bilbao o San
Sebastián, con lo que se sitúan en cabeza mundial de la creación de ésta moda
que va causando furor en los locales de
hostelería de todo el mundo.
Joseán crea
mundos medidos dentro de sus menús, para que el sabor vaya evolucionando y el
cliente aprecie que en su cocina las técnicas están para mostrar cosas
distintas de quien originó esa técnica. Sus juegos visuales se plantean para
dar que pensar, para que el cliente reflexione junto al momento del disfrute
gustativo.
Muy involucrado en ofrecer el producto de cercanía, Merino se pregunta que en estos tiempos cual es el territorio cercano, si la logística permite tener a nuestro alcance, en muy breve tiempo, los mejores productos de todo el planeta.
Muy involucrado en ofrecer el producto de cercanía, Merino se pregunta que en estos tiempos cual es el territorio cercano, si la logística permite tener a nuestro alcance, en muy breve tiempo, los mejores productos de todo el planeta.
Involucrado
con lo suyo, busca darle a la patata de Álava una referencia universal. Ha
comenzado a diseñar un mágico menú para el mes de septiembre, cuando el Festival que se celebrará en
Vitoria traiga durante unos días el ilusionismo al alcance de todos.
Se alegra de
que la formación en las escuelas de Hostelería sea cada día más completa y
tanto cuando él va a mostrar, como cuando a recibir enseñanza, siente la necesidad
de hacer cada día de la formación una base de nuestra sociedad.
Le cuesta
dar por cerrado la creación de un plato, y ese afecto acordeón que practica
como base de su creación le lleva, en el camino de vuelta, a reducir lo que
antes sumó. La concentración expansiva.
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