viernes, 22 de noviembre de 2013

LA TRADICIÓN COMO BASE DEL MAÑANA

GASTROGURÚ 9

BORJA OSBORNE- OSBORNE

DIRECTOR DE COMPAÑÍA DE VINOS IBERIAN
Fotografías: Antonio Juan Gras Alarcón







Los apellidos que han creado camino dentro de un determinado sector pueden correr el peligro de diluirse si quienes lo mantienen en el futuro no son capaces de hacer que el sendero vaya creciendo hasta llegar a nuevas  metas.

Borja Osborne nació en el Puerto de Santa María, uno de los vértices del misterioso triángulo del Jerez, un año más tarde que el Mayo parisino nos invitara a soñar que debajo del asfalto encontraríamos el mar. Sus estudios universitarios en ciencias empresariales, y sus dos masters, le han permitido tener una visión del negocio del mundo del vino novedosa y ecléctica, pero no exenta de sentido y respeto por lo construido por sus antepasados.

Gracias a una mirada globalista del sector sabe que el brío que están viviendo las bebidas del Marco es gracias al empuje que se ha generado desde  los EEUU, pues se le ha prestado la atención que merecían y se le ha conseguido procurar un valor que aquí no hemos sido capaces de darles.

Hay una clara evolución en el mercado de éste sector que a veces se rige por criterios muy personalistas, pero que produce cambios notables en la manera de entenderlo. Y ahora mismo hay una tendencia que mira y degusta con admiración botellas que acumulan mucho tiempo en su crianza. Ésta vuelta hacia vinos clásicos hace que dedique parte de sus esfuerzos a apoyar el conocimiento de joyas que se conservan en su bodega y permite que podamos disfrutar de soleras con más de ciento noventa años. Amontillados, Olorosos, Palos Cortados, Pedro Ximenez que han ido ganándole la vida a los calendarios y que encierran en sus  nombres trabajos muy personalizados para grandes familias del mundo, como zares o gobernadores de nuevos estados. Sibarita, Capuchino, Venerable, vinos que han ido haciéndose para el placer concreto de determinados bebedores.

Defiende que estos vinos sean vinos de descorche. Que se beban en copas amplias donde sus aromas anuncien el increíble potencial que han ido desarrollando. Son néctares con tanto que mostrar que los más ancianos enseñan a los más jóvenes, dotándolos de riquezas sápidas y olfativas inigualables.

Pero además, en unión con sus cinco hermanos, ha creado una compañía que ya trabaja en más de once denominaciones, teniendo como premisa el estudio del viñedo y de los suelos que los sustentan para conseguir exponer la personalidad de la zona en cada uno de los trabajos que desarrollan.

No duda en considerar que España es el mejor lugar del mundo para elaborar vinos, por la magnífica y diversa materia prima que puede producir, pero que aún queda mucho en el aprendizaje de la comercialización.

La cultura enológica que acumula el país se extiende por todas nuestras geografías, y  son el suelo y la uva las encargadas de dar la personalidad que la técnica solo debe de afinar, nunca ocultar. Los vinos tienen que saber a donde son, sino están hablando un idioma de irrealidades y fingimientos.


Para Borja Osborne el negocio del vino  se sustenta en tres pilares: lo financiero, lo comercial y lo enológico. No olvidemos que los negocios se realizan para generar beneficios. Y aun ofreciendo la más grande de las calidades no podemos afirmar su perpetuidad. Si bien estas propuestas son de tan largo plazo que su beneficio sólo lo verán, si las hubiera, terceras generaciones. 




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