sábado, 20 de julio de 2013

16. Izmir y Estambul en el recuerdo



                                                      Mapa de Turquía

-  Es hablar de Turquia y se le queda cara de pajaríco, señor Azafrán.

- No sabe usted lo que es adentrarse en un país que tiene un puente que une continentes. En una parte, Europa, y en otra Asia. Recorrerla con la mujer que se ama. Y una tarde, desde las colinas por donde Aristoles enseñaba filosofía, saber que ese mar que te mira, es el mar color de vino del que hablaba Homero. ‘mar de color vino oscuro’.



 Puente de Boğaziçi  en Estambul

Pero no solo de vino vive el hombre enamorado, por ello, Cardamomo, conocedor de que la culinaria otomana gusta de mezclar muchísimos productos y especies en la gran mayoría de sus platos, realiza Dolmas de pimientos, tomates y sobretodo berenjenas, para la cena turca que hoy tiene como banda sonora los compases de Omar Faruk.

                                                        Dolmas turcos

-        Prefiero a ese filigranista del clarinete  Hüsnü Senlendirici. Acota Azafrán rebuscando en su extensa discoteca.

-        Mucho pilav de arroz, mucho cordero a la espalda, mucha magia con el uso de las especias, pero a ver cuando estos pobres van y se quitan en sambenito del Döner Kebap, que está derrocando a las hamburguesas y al kétchup.

-        Se llama justicia mediterránea, Cardamomo. Y hay más verdad en cada una de esas torres que dan vueltas alrededor del eléctrico fuego, que en las hamburguesas por las que no pasa el tiempo de esos americanos. Viva el yogur, la ensalada y el picante.


-        No se olvide de los aguardientes turcos, señor Azafrán. Esos que su amigo decía que posibilitaban el habla de idiomas desconocidos mientras se está bajos sus efectos.

1 comentario:

  1. Las aventuras de Cardamomo y Azafrán son insuperables. Saludos a los tres.

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