miércoles, 24 de julio de 2013

20. La Afelia que sembró discordias




                                                                    Mapa de Chipre


Las noticas vuelan, corren, y se transmiten, en estos tiempos mentirosos y de calumnias, a velocidad de wassap.

Cardamomo mira al suelo mientras habla, como no queriendo ser consciente de lo que dice. Pero en realidad mira los solomillos de cerdo que ha troceado.

-        He recibido un mensaje de Peperoncino, dice mezclando cerdo, recuerdos y vino tinto con cilantro.

-        Déjelo, el mal ya está hecho. No se puede cocinar mentando la bicha.
                                                                        Afelia chipriota
                                                               

-        Hoy nos vamos a Chipre. Y aunque muy apegada su tradición a la cultura griega, hay veces que por ser una ex colonia griega, la gente estropea las cosas por sofreír con mantequilla. Nostalgias.

-        Mi querido Cardamomo, cerdo y Peperoncino no pueden funcionar bien. Demasiado marrano junto.

Ríe el cocinero. Las semillas de cilantro ya han sido sofritas, machacadas, vueltas a la hoya guisadora, y todo mojado con el vino que maceró los solomillos de cerdo.

-        El vino como agua que lo cura todo. Incorpora sabores y aromas, y hace más vivible la realidad.

-        Sabe usted, señor Azafrán, tuve una amiga que se llamaba Mar, no me mire usted extrañado. Pasó un par de años en los secarrales chipriotas. Se alimentaba de amor de juventud y de ésta Afelia que hoy vamos a degustar. Vino recio. Aceite poderoso, y muchas horas mirando el mar. Cuando regresó juró que nunca más comería cerdo.
                                                     Calas de Chipre

-        Ni Peperoncino.

-        Ni Peperoncino.

Como si la tramuntana emocional que habita el Mediterráneo soplara en la casa, las cortinas se mueven. Un silencio, como de Siroco árido, envuelve la comida.
Los recuerdos son tesoros que no ganan con la luz.


3 comentarios:

  1. Como siempre las aventuras de Cardamomo y Azafrán son inimaginables ahora en tierra chipriota. Pensé que los platos se asemejaban a la comida mediterránea pero sus ingredientes son más bien de oriente medio. Saludos.

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  2. Ya sabe usted, querida Leonorcita, que el mediterráneo ha sido algo así como patio de colegio de los costeros, intercambiadores de mercancías y de cultura, y hasta de tradiciones. Por eso nunca deberíamos de sorprendernos. El ser humano ha sido, por antonomasia, dado a la pluralidad hedonista.

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