miércoles, 16 de julio de 2014

Alceño Rosado 2013


60 vinos de Monastrell FEI
(Fundamentales, Emocionantes e Imprescindible)

Fruta refrescante

Bodegas ALceño
D.O Jumilla
Precio aproximado:
Monastrell 85%
Syrah 15%








Nos falta valor. Deberíamos ser capaces de organizarnos para festejar, año a año, la llegada de éstos vinos ligeros, de hermosísimas tonalidades rosáceas, que van de la piel de cebolla hasta las impactantes frutos rojas. Con aromas juguetones que rejuvenecen las sonrisas.

Más allá de las fronteras pirenáicas aprovecharon los inteligentes productores del Boujolé, que su vino había caído, para inventarse una fiesta que año a año reúne a muchos en la espera de su vino.
Los rosados, en líneas generales, son vinos que se miran con cierto desdén por nuestra soberbia ciega de degustarlos no por su sabor, sino por colores, publicidad y modas. Ya sean elaborados por sangrado, la parte del zumo de las uvas tintas que se retira para concentrar la que queda, por contacto con los hollejos,  cuando los hollejos de la uva tinta quedan en contacto con el mosto, variando su estancia para conseguir más o menos coloración, y el método de mezcla de vino tinto y vino blanco, que se utiliza sobre todo en Champaña.

La bodega Pedro Luis Martínez, que pone sus vinos en el mercado bajo el nombre de Alceño, saca octubre a octubre una nueva cosecha de éste Rosado.

Vendimiado a principio de septiembre, la uva pasa por un proceso de criomaceración para frenar su maduración y retener al máximo sus aromas y colores vitalistas. Se desfanga el mosto, esto es, se procede a su limpieza antes de que fermente.

Absoluta limpieza en un vino repleto de aromas de fresa, frambuesa y ese mundo de la gominola, que lo hace goloso y muy disfrutable en nariz. Las notas ácidas y frutales convierten del paso olfativo un gran aliciente para que los vinos rosados sean más bebidos. Pues nuestro entretenimiento es cercano, sencillo y comprensible por todo el mundo. Pese a ese aparentemente mundo sencillo, Alceño rosado plantea grandes problemas técnicos. Sus tres levaduras seleccionadas, su bien estructurada corporeidad lo convierten en un vino que debería estar más presente en nuestros momentos de disfrute enológico.

Debemos de alejar de nuestra actitud de bebedores prejuicios inexactos que las más de las veces vienen influenciadas. Mauricio Llaver dice : “Mis gustos sobre el vino varían con los días, con las comidas, las compañías o los estados de ánimo. No hay un vino absoluto ni un estilo absoluto. Hay vinos que me gustan en un determinado momento, y punto. Y otros que en algunas ocasiones no me impactan tanto como lo hicieron alguna vez”.

Por ello ante una propuesta como Alceño 2013, rosado, solo debemos dejarnos llevar por lo que sentimos, y constatar que las emociones son amplias, algo así como un viaje a media tarde en un descapotable, respirando fragancias y sintiendo que la vida puede haber momentos en que no pasa ni va tachando calendarios. No debemos pensar que hay vinos menores ni vinos mayores. Hay vinos que nos gustan. Y que debemos saber cuándo beber. Con los sentidos abiertos y alejados los prejuicios.


Una razón para acercarse a los rosados en ésta época estival, que no solo, pues a lo largo de todo el año es de agradecer esa bocanada de sinceridad que nos entrega sin metáforas extrañas, es la posibilidad de servirnos de refresco. No como algo burbujeante, aunque deberíamos estar muy abiertos a posibilitar que los vinos pudieran jugar con combinados, frutas y participar en una cultura del todo es posible. Sino como una bebida que rejuvenece, refresca.

Tengamos presente que las temperaturas para disfrutar el vino son muy importantes. Y pese a las reglas, cada uno tiene sus preferencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario