viernes, 18 de julio de 2014

Portú 2008

60 vinos de Monastrell FEI
(Fundamentales, Emocionantes e Imprescindible)

Arrebatadora Expresividad


Bodegas Luzón
D.O Jumilla
Precio aproximado: 17€
Monastrell: 70%
Cabernet Sauvignon: 30%





El color, el aroma y el gusto. Las tres parcelas que componen las fases de cata nos sirven para poder atender con “atención” y descubrir lo que cada vino lleva en su adn. Una aun a nos va a ir proporcionando una información valiosísima para lograr hacernos una idea los más cercana posible a la realidad que exprime el vino que queremos conocer.

Cada vez que descorchamos una botella, o nos sirven una copa de vino, deberíamos prestarle un mínimo de curiosidad para saber con quién nos estamos “jugando los cuartos”. Porque esa información que está dispuesta a darnos nos ayudará a comprender, y disfrutar, lo que queremos degustar.

Porque aunque no lo pensemos, en cada botella de vino hay una cantidad de elementos que muchas veces se nos escapan y que conforman universos de trabajo, estudio, esfuerzo, delicadeza y esmero, que merecen un mínimo de respeto por parte del bebedor.
Bodegas Luzón son viticultores elaboradores desde 1916, aunque desde el 2000 su modernización ha sido más constatable. 

Portú es el ejercicio de mayor nivel que realiza Luis Sánchez, enólogo de la bodega. Una muestra, patente y generosa, de que hay mucho por descubrir y disfrutar cuando se han puesto todos los medios para obtener un producto rabiosamente memorable.

Buenas viñas, agricultura cuidada y un acertado trabajo en bodega. Parece sencillo, pero encierra una complicación portentosa. El resultado, partiendo de un ensamblaje de Monastrell y Cabernet Sauvignon, será el de un vino que quiere perdurar, que desde que los tenemos delante, con una botella de las que da gusto calibrar su peso, sentimos que estamos ante un momento que recordaremos y nos dará motivos para seguir buscando nuevos compromisos con el mundo del vino.

Portú es el resultado de un trabajo ante el que hay tener paciencia, pues va a ir expresando todo lo que tienen dentro de sí viñas con más de cincuenta años. Y demasiadas veces no logramos, casi siempre a causa de nuestra voracidad bebedora, descubrir todos los matices que una obra como ésta se muestre en su totalidad.

Hay que dejar que respiren y salgan a flote todos los meses estuvo concentrado el vino, cerca de 27. No podemos pretender que con apenas unos movimientos de la copa encontremos la expresividad arrebatadora que encierra una de las joyas más desconocidas de la viticultura jumillana. Y así disfrutar de la primorosa lectura que hace del terreno, de una fruta potente que va sacando pecho conforme más posibilidades tiene de sacar su escondido espíritu.

Las ocasiones las hacemos y provocamos cada uno, pero en éste caso hay que saber que cuando abrimos determinadas botellas deberemos de dejar que sean ellas las  que indiquen sus tiempos, porque si no desaprovecharíamos una oportunidad de disfrutar de un producto memorable.

Estamos ante un producto que merece que busquemos con nuestra vista primero, para apreciar los matices de color que trae en su interior, pero sobre todo con la nariz y más tarde con la boca, para ver como son esos cambios que irá sufriendo el vino en la copa, y como trago a trago, su comportamiento se transforma y amplifica. Lo que hará que comencemos a comprender que hay diálogos que tienen difícil final.


Nos encontramos ante uno de los mejores ejemplos de un vino que sin ser del grupo de los parcelarios, (aquellos que son producto de bodegueros que centran su trabajo en muy concretos espacios de terruño) se ubica en bodegas que afinan con trabajos que logran resultados emotivos, y ayudan a comprender que Jumilla está llamada a ser una D.O con la que hay que contar.





miércoles, 16 de julio de 2014

Paco Pacheco Monastrell 2013

60 vinos de Monastrell FEI
(Fundamentales, Emocionantes e Imprescindible)

Natural lucidez

Bodegas Viña Elena
D.O Jumilla
Precio aproximado: 4,5€
Monastrell: 100%














Los vinos del año, que llamamos también jóvenes, tienen un sistema propio de tratamiento, tanto a la hora de ser elaborados, como a la hora de poder ser degustados.

Son vinos preparados para disfrutar instantáneamente. Y no tratar de conservar en nuestra bodega. Expresan torrente de vida, nos van a dar aromas y fruta, lo que llamamos sabores primarios.

Diremos que llamaremos aroma a las impresiones positivas que recibimos durante una cata y olor cuando las expresiones son negativas. Un ejemplo serían los términos, referidos a Paco Pacheco, aromas de fruta roja o ligera compota, ya que las uvas que componen el vino han recibido gran cantidad de carga solar, mostrando así su bien desarrollada madurez, y olor a humedad o corcho, en caso que el vino pudiera presentar éstas notas, que aquí no se han encontrado.
Los aromas primarios son aquellos  característicos de la cepa. Los que van a  depender de la zona geográfica donde ha sido plantada, de la variedad a la que pertenece, del tipo de composición del suelo, en éste caso pardos, pardo calizos y calizos, de la climatología existente en el lugar y de la vendimia, claramente mediterránea con muchas horas de sol. Los aromas que nos proporcionan en nariz suelen ser florales, vegetales y frutales aunque también podrían conferirnos aromas especiados o mineralizados como la pimienta o el yodo. Aquí nos encontraremos con una gama bien marcada por las frutas rojas, aunque aparecerán notas de pastilla Juanola , fruta fresca y joven, procedente de viñedos con pocos años, y algunas notas de membrillo, que para un vino de poca edad encierra una apreciable complejidad, lo que lo dota de una estructura que nos hará poder entretenernos con más atención y disfrutando del vino si conseguimos que su temperatura de servicio  esté entorno a los 12º/14º, para así poder asimilar su mapa organoléptico en todo su desarrollo. Con las temperaturas adecuadas en el servicio del vino es cuando más disfrutaremos de éstas notas aromáticas y sabores primarios.

Desde 1948 la Bodega Pacheco elabora vinos,  pero será en el 2002 cuando bajo la dirección de las hermanas Pachecho, capitaneadas por Elena, la menor de todas las cinco, la bodega toma un rumbo distinto y comienza a dar notas del potencial que ha ido desarrollando en años posteriores.


Los vinos jóvenes están hechos para ser bebidos lo más cercanos a la fecha de su embotellado. Esto no quiere decir que no podamos guardarlos durante unos meses, pero conforme el paso del tiempo va haciéndose notar, el vino se va transformando, y esas notas de brava juventud pueden desarrollar otras nevas en botella y cambiar su estructura.

El placer de comprobar como la colección de aromas que expresa Paco Pacheco 2013 con delicada intensidad  merece ser desarrolla en la copa que vamos a utilizar para beber. Copas amplias que permitan a los aromas del vinos ir abriéndose, aunque aquí, gracias a su exuberante juventud, van a llegar galopando inmediatamente hasta nuestra nariz.

Gracias a su  precio tan ajustado hace que el siempre tan buscado baremo relación precio calidad sea alto, con lo que no hay muchas excusa para hacer de éstos vinos jóvenes vinos de diario, sin tratar de otra cosa que disfrutar de la sencillez natural que encierran. Disfrutar de ese eventual lujo que es el esplendor de la juventud.

Vino para épocas cálidas, pues trasmiten frescor y que gracias a su ejemplar tratamiento de la uva nos entregan una parte de nuestra naturaleza cercana con generosidad y honradez.

Alceño Rosado 2013


60 vinos de Monastrell FEI
(Fundamentales, Emocionantes e Imprescindible)

Fruta refrescante

Bodegas ALceño
D.O Jumilla
Precio aproximado:
Monastrell 85%
Syrah 15%








Nos falta valor. Deberíamos ser capaces de organizarnos para festejar, año a año, la llegada de éstos vinos ligeros, de hermosísimas tonalidades rosáceas, que van de la piel de cebolla hasta las impactantes frutos rojas. Con aromas juguetones que rejuvenecen las sonrisas.

Más allá de las fronteras pirenáicas aprovecharon los inteligentes productores del Boujolé, que su vino había caído, para inventarse una fiesta que año a año reúne a muchos en la espera de su vino.
Los rosados, en líneas generales, son vinos que se miran con cierto desdén por nuestra soberbia ciega de degustarlos no por su sabor, sino por colores, publicidad y modas. Ya sean elaborados por sangrado, la parte del zumo de las uvas tintas que se retira para concentrar la que queda, por contacto con los hollejos,  cuando los hollejos de la uva tinta quedan en contacto con el mosto, variando su estancia para conseguir más o menos coloración, y el método de mezcla de vino tinto y vino blanco, que se utiliza sobre todo en Champaña.

La bodega Pedro Luis Martínez, que pone sus vinos en el mercado bajo el nombre de Alceño, saca octubre a octubre una nueva cosecha de éste Rosado.

Vendimiado a principio de septiembre, la uva pasa por un proceso de criomaceración para frenar su maduración y retener al máximo sus aromas y colores vitalistas. Se desfanga el mosto, esto es, se procede a su limpieza antes de que fermente.

Absoluta limpieza en un vino repleto de aromas de fresa, frambuesa y ese mundo de la gominola, que lo hace goloso y muy disfrutable en nariz. Las notas ácidas y frutales convierten del paso olfativo un gran aliciente para que los vinos rosados sean más bebidos. Pues nuestro entretenimiento es cercano, sencillo y comprensible por todo el mundo. Pese a ese aparentemente mundo sencillo, Alceño rosado plantea grandes problemas técnicos. Sus tres levaduras seleccionadas, su bien estructurada corporeidad lo convierten en un vino que debería estar más presente en nuestros momentos de disfrute enológico.

Debemos de alejar de nuestra actitud de bebedores prejuicios inexactos que las más de las veces vienen influenciadas. Mauricio Llaver dice : “Mis gustos sobre el vino varían con los días, con las comidas, las compañías o los estados de ánimo. No hay un vino absoluto ni un estilo absoluto. Hay vinos que me gustan en un determinado momento, y punto. Y otros que en algunas ocasiones no me impactan tanto como lo hicieron alguna vez”.

Por ello ante una propuesta como Alceño 2013, rosado, solo debemos dejarnos llevar por lo que sentimos, y constatar que las emociones son amplias, algo así como un viaje a media tarde en un descapotable, respirando fragancias y sintiendo que la vida puede haber momentos en que no pasa ni va tachando calendarios. No debemos pensar que hay vinos menores ni vinos mayores. Hay vinos que nos gustan. Y que debemos saber cuándo beber. Con los sentidos abiertos y alejados los prejuicios.


Una razón para acercarse a los rosados en ésta época estival, que no solo, pues a lo largo de todo el año es de agradecer esa bocanada de sinceridad que nos entrega sin metáforas extrañas, es la posibilidad de servirnos de refresco. No como algo burbujeante, aunque deberíamos estar muy abiertos a posibilitar que los vinos pudieran jugar con combinados, frutas y participar en una cultura del todo es posible. Sino como una bebida que rejuvenece, refresca.

Tengamos presente que las temperaturas para disfrutar el vino son muy importantes. Y pese a las reglas, cada uno tiene sus preferencias.

martes, 15 de julio de 2014

Hacienda del Carche 2010

60 vinos de Monastrell FEI
(Fundamentales, Emocionantes e Imprescindible)

Raza

Bodegas Hacienda del Carche
D.O Jumilla
Precio aproximado: 11,20€
Monastrell: 70%
Cabernet Sauvignon: 30%










Cuando emprendemos el viaje para llegar a conocer  más aspectos de un tipo de uva determinada, como en este caso los de la Monastrell, debemos de tener en cuenta alguna de sus características más notables dentro de su variopinta personalidad.  Hoy me refiero al hecho de la graduación alcohólica que en el caso de la Monastrell  siempre ha sido motivo de lucha y de enfrentamiento entre bodegueros y ciertos mercados. Pues durante algunos años se pensaba que ese grado alcohólico era el que buscaba el mercado, el que convenía para la venta de vinos a granel y el que evidenciaba la auténtica personalidad de un vino tan solar. Por fortuna todo ello se está transformando y ahora ésta vertiente solo es parte de una historia, no la historia completa, que cada bodeguero la utiliza o no, según sean sus intereses y deseos para con su producto,
Para que la Monastrell exprese su pleno potencial varietal necesita una graduación mínima a partir de los 13/13,5 grados. De ahí en adelante  puede llegar hasta a alcanzar quince o diecisiete grados, eso no querrá decir que debamos enfrentarnos a vinos absolutamente alcohólicos. La labor del bodeguero tendrá que conseguir que ese grado esté tan bien integrado, que no sobresalga y sea la primera impresión que recibe quien se acerque a beber su producto. Su máximo potencial enológico lo encuentra en caso de vendimias bien maduras y en años muy calurosos.

Hacienda del Carche 2010 está hecho a partir de uvas de mayor maduración fenólica, y proveniente de cepas viejas, bien gestionadas, y cuenta con 12 meses de reposo en barricas de roble francés nuevas. Es un vino que refleja muy bien el concepto de un alcohol que podría parecernos alto, pues tiene 15º, pero que sin embargo compone un equilibrado y complejo juego donde nunca sobresale el alcohol como elemento que pueda desvirtuar la personalidad de un vino clásico, pero con tendencias a mostrar que los viejos espíritus pueden ser adoptados a los nuevos tiempos sin perder un ápice de su verdadero ser.

El juego de la Monastrell y la Cabernet es una propuesta que ha resultado muy aplaudida y de notables resultado en otras bodegas. La Cabernet ayuda aún más al desarrollo en botella de la Monastrell, y en la copa muestra un vino de capa, color, muy cubierto, donde el rojo picota logra dejar matices violáceos. Quizá la parte más interesante de su nariz es cuando nos muestra sus singularidades minerales, lo que nos acerca a una tierra profunda y de potente complejidad, lo que hará que en boca, esas características sigan apareciendo con un estructura elegante, una acidez muy bien integrada y un paso por boca que nos haga salivar.

Recuerdos acompotados, especias, mentolados y balsámicos nos llenan el paladar. Con lo que podremos disfrutar de un vino al que hay que prestarle atención porque no nos va a dejar indiferente, y conforme lo mantengamos en la copa, y vayamos jugando con él, dándole posibilidades de que se abra más y muestre sus muchas capacidades, iremos comprobando que muestra largamente las cualidades y posibilidades que tiene este entorno.

No deberíamos caer en el juego de aun bebiendo vinos de la misma D.O, pensar que vamos a tener siempre los mismos resultados. Pues Hacienda del Carche tiene una orografía de terrenos, una altura, y unas connotaciones geográfico/ambientales características, lo que nos debe a llevar a buscar en cada vino no semejanzas, sino peculiaridades únicas.



La magnífica relación calidad precio deben de ser un factor que juega en su ventaja para tenerlo cerca.

domingo, 13 de julio de 2014

Pino Doncel 2013. Roble 5 meses

60 vinos de Monastrell FEI
(Fundamentales, Emocionantes e Imprescindible)

El futuro

Bodegas Bleda
D.O Jumilla
Precio aproximado: 5€
Monastrell 50%
Syrha 30%
Petit Verdot 20%









La capacidad de descubrir propuestas que resulten novedosas dentro de éste amplio mundo de los vinos, y que   basadas en afinar los aparentemente tan trillados caminos de la viticultura,  viene dado, en general y en gran medida, por los avances que venimos contemplando en el trabajo de bodegueros que ajustan sus posibilidades y sus maneras, cada vez más mirando el campo y dejando que sea el vino el que con apenas algunos ajustes en bodega, expresen realidades antes nunca vistas ni desarrolladas como hasta ahora. Y no hace falta que nos enfrentemos a vinos de precios altos, que podría ser lo más sencillo para encontrar mundos complejos, sino que en propuestas económicas logramos encontrar sorpresas que por su sensatez derriban mitos y van consiguiendo nuevos adeptos a vinos jóvenes, de sabores frutales muy pronunciados, que son utilizados para el disfrute del momento.

Pío Doncel 2013 viene a continuar la efectividad que Bodegas Bleda, una de las más tradicionales en la D.O Jumilla elaborando desde 1915, pero que parece que no levanta el mismo ruido y atención que otras que se visten de auras ruidosas y mundiales, ha mostrado en antiguas elaboraciones suyas.

Estamos ante un vino de corte muy internacional, que presenta una lectura de las tierras jumillanas con un aire sumamente moderno, fresco, sin necesidad de extracciones poderosas que cargan a los vinos de complejos anticuados. Tres variedades que van demostrando, conforme más producciones se hacen con ésta trilogía, que dependiendo de sus proporciones nos dan distintos resultados pero siempre en el campo de vinos que van añadiendo profundidad en el sorbo, riqueza en el aroma, y mundos sabrosos que abren ventanas de aires ligeros y desvergonzados. Sonrisas pícaras sobre la tradición.

La designación de 5 meses hace referencia al tiempo que ha pasado el vino en contacto con la madera, con lo que nos advierte que será un vino con notas más complejas, no solo por las aportaciones de cada una de las uvas que componen su coupage, sino por el empuje de una madera que sin hacerse presente, sí va a denotar personalidad y posibilidad de conservarse más en el tiempo. Uvas procedentes de la agricultura ecológica, que sin ser una garantía, sí nos hablan de las buenas intenciones y métodos cada vez más naturales con los que los bodegueros pretenden enfrentarse al futuro y ayudar a la conservación de  la naturaleza.


Las variedades se vendimian y vinifican por separado. Pues no maduran al mismo tiempo. Su maduración en botas de roble francés y americano, dependiendo del tipo de uva, darán más misterio a una juventud vibrante. Y esa atención luego se ve reflejada en la estructura melosa del vino, que podría ser un buen camino para que la afición vaya creciendo, como cuando se contempla una gran película que reúne todos los ingredientes necesarios para crear afición. En éste caso de Pío Doncel 2013 un precio ajustado, sabores notables que hablan de personalidad de  uva de buena calidad y salud, frescura que puede ser muy interesante para los momentos en que básicamente queremos disfrutar de lo que bebemos sin pararnos a pensar en su historia y su tecnología. Vino para el día a día, ya sea en cocina sencilla de la mesa casera, como para la barra del bar, o sencillamente para desconectar unos minutos plácidos, junto a una bebida de juventud rabiosa de colores cereza vivísimos, plácida intensidad aromática y satisfactorio en boca. Una joya cercana que no debemos dejar pasar para hacerlo un habitual.

La respuesta está en la cepa


60 vinos de Monastrell FEI
(Fundamentales, emocionantes e imprescindible)

Las Reñas 2010

Bodegas del Rosario
D.O Bullas
Precio aproximado: 15€
Monastrell 75%
Syrha 25%


Que la Monastrell es una uva Mediterránea nadie lo duda. Pertenece a ese grupo de variedades de ciclo largo, aquellas que maduran más lentamente. Son las que mejor se adaptan a las características de las geografías del sureste  español. Y por lo tanto que recibe unos condicionamientos climáticos y de suelo muy determinados resulta más que evidente. Por ello las bodegas que prestan su atención a la selección del terreno, a la edad de las viñas y a una agricultura nada invasiva, son las que comienzan a dar resultados constatados en concursos, guías y favor del público.

En Bullas, zona alabadísima por los especialistas pero que parece que aún le cuesta a la mayoría de las bodegas de la zona aprovechar los puntos que tiene a su favor,  la labor de Bodegas del Rosario para con Las Reñas selección 2010 comienza con elección de parcelas que ofrecen viñedos de más de 40 años. Menos cantidad de uva pero con un grado de experiencia vital que comienza a ser interesante.
Trabajo de enfriado en la recepción en la mercancía, vinificación en acero inoxidable, maceración larga, para así extraer de la uva sus mejores características, y poder equilibrar finalmente el tanino (elemento que hace que el sabor del vino sea áspero)
El trabajo de la uva acompañante, la Syrha (que nos ayudará a largas crianzas, empuje en el color y aportaciones olfativas a violetas y cassis, frambuesas maduras y regaliz), se hace de manera que pase 12 meses en barricas de roble americano, mientras que la Monastrell pasa 12 meses en barricas de roble francés.

El resultado es un vino contagioso, con la virtud de no querer cambiar de copa, y sentir como va a ir creciendo conforme lo mantengamos a nuestro lado.

Sus colores violáceos, con intensidad colorativa que nos proporciona opacidad en el vino y que se denomina capa alta, propio de estas dos uvas,  aunque por lo general los vinos tintos de capa alta tienden a tener niveles más elevados de taninos y a menudo menor acidez, por lo tanto menos capacidad de envejecimiento, en el caso de Las Reñas 2010 encontramos que hay una estructura muy centrada en su paso por boca. Si la nariz nos va a regalar leves toques balsámicos y de torrefacción dados por las maderas en que fue creciendo el vino, en boca nos encontramos con una estructura musculosa, que va a dejarnos un grato recuerdo mientras es bebido, y permanece en nuestra memoria. Fruta y más fruta.

Más que encontrarnos con un trabajo que busque nuevos rumbos dentro de la D.O, Las Reñas 2010 ajusta  las tuercas a su pasado y marca un camino aseverativo, demostrando que leyendo bien el terreno podremos aprovechar las cualidades de una zona privilegiada.
Bullas merece oportunidades de ésta índole. Vinos que muestren que utilizando adecuadamente las técnicas de trabajo ganamos bebedores que se sienten satisfechos ante la transmisión de singularidades que encierra la zona, tal vez como cada zona que es trabajada de manera sensata, justa y natural, pero además aquí notamos que nos encontramos ante uno de los mayores aciertos de ésta bodega y ese trabajo debe ser aprovechado por los buscadores de nuevas experiencias vinícolas, que muchas veces se dejan embaucar por denominaciones con una mayor publicitación mediática de sus productos, y no siempre corresponde a la realidad.

Los vinos se hacen más en el campo que en la bodega. Esta es otra prueba magnífica de ello.




jueves, 10 de julio de 2014

IVAN CERDEÑO.



GASTROGURÚ 42
I
COOPROPIETARIO DEL CARMEN DE MONTESIÓN

Una estrella michelín manchega








Cuando Iván Cerdeño desembarque con sus cocineros y camareros el próximo día 20 de Julio, domingo, para participar dentro del festival gastronómico  Enomar en Cartagena, se traerá de su recién inaugurado Carmen de Montesión, en el que forma sociedad con la familia del Bohího de los televisivos hermanos Rodriguez, dos estrellas Michelín en Illescas, el mismo menú  que está dando en su casa: Un viaje entre la memoria y el deseo para tiempos estivos, que desde el Valle de Toledo, ofrece sin complejos y atrevimiento mostrando que tradición y modernidad pueden y den de ir de la mano. La cocina de la memoria tiene una sombra alargada e imposible de frenar.

Cerdeño se formó en escuela de cocina, y es de los que opina que el aspecto más importante en que debería centrarse la formación es en el aprendizaje del sacrificio. Porque una cosa son las escuelas, otra muy diversa los restaurantes donde se cocina a diario y el esfuerzo, la tensión, no pueden decaer.

Pasó algunos años junto a Pepe Rodriguez Rey en Illescas, luego prosiguió su formación en Navarra, en el burgués y familiar establecimiento de Koldo Rodero, también con una estrella Michelín. Luego se adentró en la vanguardia junto a los hermanos Roca, tres “macarrons” como dicen en Francia, y dio el salto a Londres donde pasó dos años en el Roux at the Landau junto a Andrew Turner. Una experiencia en uan ciudad que considera dura por las distancias y por la climatología, él, habituado a un pequeño pueblo castellano, cocinando con su madre, saludando a todo el mundo por la calle, siente que Londres no sería una ciudad en la que se quedara.
Tras volver y montarse en sociedad con la gente del Bohío, recibir la estrella en tiempo record, no duda en buscar un mejor posicionamiento para ampliar posibilidades.

Su nuevo emplazamiento en Toledo, El Carmen de Montesión, le aporta tranquilidad, y desde allí, sabiendo donde está ubicado el restaurante, sabiendo cual es el gasto medio que quiere hacer el cliente, generar una cocida adecuada, muy basada en la estacionalidad, porque de esa manera podremos conseguir los mejores precios para los productos que vamos a emplear. Hay que tener los pies perfectamente en el suelo para medir la oferta que en estos momentos se quiere dar. Porque es de los que cree que sí se puede dar de comer muy bien con cuentas que no asustan, y parte de su éxito y de la estrella que mereció el año pasado, fue gracias a ese menú de tradición que tenía un precio de 25€ con vino incluido.
Más que de tecnología su cocina la ha cubierto con elementos que puedan dar sabores reconocibles, como un horno de leña o unas parrillas de brasas, en las que se basa para que sus tres menús sean la base de sus propuestas, sin olvidar una carta desde la que el comensal pueda organizar sus juegos y deseos de platos estacionales.

Cerdeño no está cercano al radicalismo del kilómetro 0, le gusta que su cocina sea plural y pueda aportar matices a la ruda cocina manchega. Quiere ofrecer chispa, exotismo y alegrar lo cercano con toques tailandeses o japoneses.

Pluralidad que podremos ver y disfrutar dentro de unos días, cuando el viajero traiga el corazón de la mancha salpicado de horizontes repletos de sabor. Una cita que no podemos no dejara de aprovechar.


lunes, 7 de julio de 2014

Buenas compañías

60 vinos de Monastrell FEI
(Fundamentales, emocionantes e imprescindible)

Vedre 2011
Bodegas Carchelo
D.O Jumilla
Precio Aproximado:
Monastrell 50%
Syrah 25%
Tempranillo 25%













Hay vinos que parecen formar parte de la colección de obras que su autor, llámese enólogo, bodeguero consultor o asesor, trata de construir alrededor de una idea, terruño, o concepto que quiere sacar adelante. En el caso de Vedre 2011 se encontramos un vino que se ha elaborado para dedicárselo mayoritariamente al mercado del norte de Europa, en concreto para los bebedores suecos, para que aprecien la Monastrell pero acompañada de dos uvas que en el sureste murciano han ido haciendo mucho para que la uva principal se apoye en actores secundarios de reconocido prestigio y con cualidades que permitirán ampliar sus fortalezas. Pero además se ha querido hacer un traje a medida. Un vino que busca los parámetros gustativos que produce un clima y los hábitos que estos lugares han dado a sus habitantes.

Joaquín Gálvez Bauzá, asesor en Viticultura y Enología, Profesor de Cata, Elaborador de vino y últimamente presentador de un interesantísimo programa televisivo sobre el mundo del vino, “Winenam”, lleva años perfilando el crecimiento de la bodega Carchelo para convertirla en un referente dentro de la D.O Jumilla, y ha creado una buena y asentada variedad de vinos donde la Monastrell muestra su potencial en colaboración con uvas, generalmente de ciclo largo, muy bien adaptadas a las características de terreno y climatología del sureste.

La personalidad de Vedre se hace patente desde el momento en que miramos en la copa a éste coupage donde el sur, personificada en la Monastrell, se ve acompañada por la Syrah, que nos otorga amabilidad y sabrosura, aromas profundos a frutas silvestres y a violetas, y la Tempranillo, que va  ayudar a que su maduración y crecimiento tome prestancia, amén de aportar  color intenso y estable, desde púrpura a granate. Dando aromas a frutos del bosque en especial frambuesa y fresa.

Profundidad y viveza. Caracteres que unidos a los catorce meses que el vino ha pasado por madera van a darnos un tinto con estructura y de refinado final, que lo convierten en un ser goloso, ideal para momentos donde el frío puede comenzar a dejarse sentir. Y que si en nuestras geografías podrían inducirnos a meses más otoño invernales, en las zonas a las que va dirigido es agradable de tomar en cualquier estación del año.

Gracias a su paso por  madera la confluencia de aromas de frutos rojos o higos, se unen a un voluptuoso tono de licor café, confiriendo un espíritu sereno que en ningún momento llegan a eclipsar la madurez de su fruta.


Vedre 2011 va mantenerse perfectamente durante mucho tiempo en botella, creciendo, capaz de mostrar las posibilidades de un territorio donde el clima hace que estas maduraciones solares provenientes de las altas temperaturas de la zona,  y con una agricultura activa e inteligente que no deja que se sobre madure el fruto, pueden llegar a ofrecer vinos que transiten con ligereza el paso del tiempo. 

Regalando espectáculo si somos pacientes y podemos mantener a buen recaudo las producciones que ahora compramos.

Carchelo, de la mano de Joaquín Gálvez, ha conseguido asentar una filosofía de vinos sabrosos, con estructuras serias y complejas. Etiquetas elegantes, botellas de peso que dan al vino altura y prestancia.


Un trabajo que hay que seguir año a año, viendo no solo las aportaciones que las nuevas añadas nos ofrecen, sino viendo como el constante trabajo de campo va ofreciendo nuevas y singulares propuestas que ayudan al crecimiento de una uva que  si sola muestra una cara, en compañía ofrece posibilidades, por climatología y terreno, pocas veces hechas futuro. 

viernes, 4 de julio de 2014

Arqueología viva

60 vinos de Monastrell FEI
(Fundamentales, emocionantes e imprescindible)

Pura Sangre 2006
Bodegas Carcelén
D.O Jumilla
Precio aproximado: 4,50€




Hubo un tiempo en que el mundo de la enología en la zona de la D.O Jumilla ofrecía un tipo de vinos potentes, con colores que hablaban de una pretendida oxidación. Con aromas que invadían nuestros sentidos olfativos de un golpe radical y sin muchas concesiones.
No podemos olvidarlos, porque forman parte de nuestra historia, y  que sigue habiendo un grupo de bebedores que les gusta acercarse a estos vinos. Si pretendiésemos que solo sean los gustos de unos pocos los que guíen el camino del mundo del vino, seguiremos practicando tiranías gustativas donde lo refinado se viste de dogma, y ya sabemos que las modas son cíclicas y vuelven, transformadas, a formar parte de nuestra vida. ¿Quién  sabe si volveremos a acercarnos a las barras del bar con chaquetas de hombreras, a beber vinos en copas de cristal pesado, y a discutir si la política debe ser bipartidista? (anda eso no, que sigue siendo presente).

Hoy resulta extraño verlos y poder degustarlos sobre las barras de locales donde el vino cobra actualidad. En las cartas de restaurantes o pequeños gastrobares donde se trata de prestar atención al cada vez más presente mundo del vino.

Pura Sangre está elaborado por una bodega, Carcelén, que tiene muy claro cuáles son sus intenciones. Que no quiere dejarse embaucar por los juegos de palabras que visten muchas etiquetas, y que se pronuncian con demasiada soltura e inconsciencia en catas, profesionales o no, para llamar al vino y a la agricultura por nombres que le vienen grandes.

De granate oscuro con reflejos teja, aroma denso y generoso, con acusados matices de ciruela pasas, la presencia en la copa de Pura Sangre 2006 nos hace darnos cuenta de que estamos ante un vino que pertenece a otro mundo, a otra época, que no por no estar de moda no ha existido y ha sido bebido con frecuencia y sigue siéndolo con gusto por una parte del espectro de aficionados que si no han sido inmovilistas, incluyen entre sus preferencias nuevas propuestas.
Su riqueza en glicéridos, al unísono con su maderización, le confiere caracteres diferenciadores del resto de los vinos del mundo. Bebida que calienta la boca y que podría ser utilizado en aperitivos que necesitan una batalla para mostrar la fiesta de los sabores que llevan dentro. Como contraste, o para que se encuentre en salsas de carnes profundas o que sea necesario dotar de aromática y profunda personalidad.

Su extraordinaria personalidad lo hace muy llamativo para la cocina. Este roble que ha pasado cuatro años en contacto con maderas usadas anuncia en su etiqueta que “es muy recomendable para cocktails, aperitivos y para tomar con hielo…”, llamamiento que a más de uno puede dejar “turulato” pero que sin duda abre una vía para que ciertos vinos puedan ser bebidos junto a frutas, refrescos, sin que por ello deban de desmerecer. Lo interesante de nuestro viaje por el vino y en concreto por la Monastrell será ver las múltiples opciones que se nos presentan las botellas ante las que haremos el ejercicio de descorcharlas y tratar de oír lo que nos trasmite.

Si cada vino tiene su momento la de Pura Sangre está más apegada a la de la charla larga. A que le bajemos su temperatura y hagamos que sus 16º de alcohol puedan ser rebajados, con los métodos que creamos oportunos, y viajemos por un tiempo que cada vez nos parece más alejado, pero que sigue estando presente, tanto en la construcción de ciertas bodegas, como en la mente de determinados bebedores.


Aprendiz incansable

GASTROGURÚ 41

Elena Pacheco

Enóloga

Copropietaria de Bodegas Pacheco

Fotografía: AJG






Existe un grupo de personas que son capaces de sacrificar su vida para dedicar su tiempo, ya sea el de la formación, del crecimiento, o el del placer, a su núcleo familiar y tratar de sacar adelante al negocio familiar que puede haber caído en momentos de intranquilidad y desasosiego.

Podría alguien equivocarse si pensara que la figura de Elena Pacheco, pese a su delgadez y baja estatura, no contiene una carga de obstinación y valentía inconmensurables como las que tienen ciertas heroínas clásicas. Cuando en los años 1982 el negocio familiar pasa por sus peores momentos, decide implicarse para luchar por sacar adelante un proyecto que llevaba ya muchos años en marcha.

Hay palabras que en su boca parecen  menos terribles pese a haberlas vivido desde dentro. Sufrir y trabajar para recuperar la vieja bodega.

Ahora, cuando todo parece haberse vuelto a encarrilar dice echar de menos el no haber trabajado fuera para abrir más la mente y ser capaz de llegar más lejos.
Sus estudios de enología le sirvieron para tener una relación casi sensitiva con las tierras que cultiva. Que no son viñas solamente de lo que se ocupa, sino que se lanza a la trilogía del aceite y la almendra.
El equilibrio proviene del empuje del corazón, que necesita de la cabeza para que los resultados sean esperanzadores. La creatividad que le produce el mundo del vino le ha llevado a propuestas arriesgadas que quizá en su momento no se vieron claras del todo, sencillamente porque el tiempo tenía que jugar a su favor. Y así, una de sus apuestas más personales, Síntesis 2005, sólo ha podido afirmar su ojo visionario, cuando el paso del tiempo a cubierto de gloria el trabajo embotellado.
Confía plenamente en que las nuevas generaciones que entran a trabajar en su bodega, que serán la cuarta generación, mejor formadas, preparadas con mayores horizontes, tengan la fortuna de llevar a cabo su trabajo pudiendo gestionar ellas su propia labor.
Si el mundo del vino es un juez cruel, que da y quita razones conforme las cosechas avanzan y llegan a su final, de la misma forma es un cajón de sorpresas, donde no se pueden dar por sentadas cosas hechas una y otra vez. Porque los tiempo, aunque cíclicos, siempre traen novedades, y los bodegueros, los que dialogan con el campo, tienen que estar muy atentos a sus peticiones y dictados.

Elena pertenece a esa raza que espera con ansiedad la próxima vendimia, por ver si se han cumplido sus previsiones. Que solo sabe mirar hacia delante, Con un optimismo peleón y esperanzador de que la próxima cosecha sea, siempre, la mejor.

Y ahora busca pequeñas parcelas donde poder lanzarse a elaborar ese sueño que llamamos “vino de garaje”, en donde el diálogo entre territorio y bodeguero es aún más entrelazado.

Elena Pacheco se guarda en su bolsillo el filing que posee con la tierra, su manera de orar/crear, porque su sueño cercano es el de invertir en cosas intangibles. Cosas de idealistas con los pies en el suelo.

Ella, elaboradora de vinos sutiles, elegantes y sensuales, se lanza a provocar con propuestas como ese Vermut que ha llamado Vermucho/verpoco, o ese vino ligero con gaseosa para verano. Las reglas están para saltarlas. La tradición para llevarla más lejos. Elena para seguir abriendo resquicios que dejen entrar aire fresco.





jueves, 3 de julio de 2014

Introducción 2

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60 vinos de Monastrell FEI
(Fundamentales, emocionantes e imprescindibles)


                                             







Para realizar la selección de éstos 60 vinos que vamos a disfrutar durante estos meses de Julio y Agosto hemos partido de diversas premisas.

Por una parte hemos atendido a tres gamas de precios.

Aquellos vinos con un valor inferior a 10€. Otra gama que alcanza los vinos que no superan los 20€, y una tercera que supera esa cifra de los 20€.

Durante los días 2, 3 y 4 de Junio, la Asociación de Sumilleres de la Región de Murcia convocó a diversas bodegas de más de cinco Denominaciones de Origen de España para conocer el estadio en que se encuentran los vinos que comercian muchas de éstas bodegas. Así que en ésta primera propuesta nos hemos centrado en vinos procedentes de la geografía nacional, dejando vinos franceses, americanos, australianos, o de otros lugares que se elaboren con una base como mínimo del 50% de Monastrell.

Encontraremos en ésta selección vinos espumosos, rosados, jóvenes, con mayor o menor crianza, y de los que llamamos dulces, de clásicos fondillones a fondillones de nueva tendencia o dulces que han abierto caminos a otras maneras de elaborar esas gamas. Vinos  donde el 100% de lo que va en la botella es proveniente de la uva que nos centra, o aquellas botellas que han incorporado a la Monastrell otras uvas para conseguir resultados satisfactorios y que ayudan a buscar vías de expresión muy interesantes y que aportan singulares visiones que, dependiendo de los porcentajes empleados, dan uno u otro resultado.

Resulta cada vez más complicado, al menos para quien escribe estas líneas, en pensar que eso que vamos llamando D.O, y a las que se acogen muchas de las bodegas existentes en las diversas zonas, pensar que ese sello, D.O, se refiere más a un sinónimo estrecho de paternidad enológica, o de singularidad de territorio, que a un marco donde pueden desarrollarle libremente las propuestas de los incansables y activos productores, que año a año profundizan en sus trabajos y muchas veces buscan campos y maneras nuevas de entender su trabajo que las inmovilistas D.O tratan de frenar y protegerse, sin pensar que solo la libertad de maneras y de formas nos otorgará un verdadero crisol donde los vinos podrán expresarse gracias a una agricultura cada vez más cuidada y respetuosa con el territorio donde se prodiga y a una concepción de que lo que ocurra en la bodega más transparente y natural, sin artificios y juegos tupidamente escondidos y traducidos por hermosas frases en catas, etiquetas o explicaciones las más de las veces poco clarificadoras.
La cifra de selección viene dada en primer lugar por la temporalidad de éste medio estivo, de vida fugaz constreñida por la duración de la temporada veraniega. Y si en algún caso hemos vuelto a seleccionar dos propuestas de una misma bodega es porque los resultados de las distintas botellas hace que merezca estar presente en ésta lista que no es más que una de las muchas posibles que podrían hacerse sobre una uva, y unas relaciones que tal vez por cercana sea la que deberíamos beber de manera natural, y de ahí que éste y otros empujones que puedan dársele a los vinos amparados en su monastrellidad (disculpen el palabro pero es una forma de denominar a todos esos vinos que son cubiertos por un estigma que por cercanía, grado alcohólico, o tradición) necesiten ser constantemente redescubiertos.


Una última llamada de atención. Cada vino que ustedes abran deben de recordar que es el esfuerzo de un grupo de personas dedicada a traducir lo que la tierra da. Por favor, no seamos ingenuamente rigurosos.