miércoles, 7 de agosto de 2013

35. Un nāshtā paquistaní oyendo a Nusrat Fateh Ali Khan



                                                 Mapa de Paquistán

Al entrar en casa, Azafrán huele el seductor aroma del incienso y almizcle que compró en Sevilla, junto a la Iglesia del Salvador, cuando compartió unas navidades con el Alcalde en funciones  de la ciudad, Santiago Torres.

En la mesa principal del comedor una colección de platos preparados le da la bienvenida.

Cardamomo medita al son de una hermosísima melodía que canta


Nusrat Fateh Ali Khan, y que utilizó Martin Scorsesse para aquella enigmática película que tanto le gusta  a ambos: “La última tentación de Cristo”.
                                              Nusrat Fateh Ali Khan


-        Le he preparado un , esa especie de brunch paquistaní , dice con voz lenta y profunda el orondo cartagenero, que podría ser un símil del cantante paquistaní que hizo que la música sufí, y su instrumento, el Qawwali, se populariza en el mundo occidental.

                                                        Nāshtā


-        Quien escucha a Nusrat se hace mejor persona. Insiste el cocinero que envuelto en humos asemeja la roca de hielo que hundió al Titanic.
Sobre la mesa humea el té, diversos panes, paratha y sheermal recién hechos, reciben algún revuelto de huevo. Hay yogur, una brocheta de carne que llamaremos queema, diversas piezas de fruta de la que sobresale una pieza de mango,  unas shami kababs con carne de pollo, lentejas amarillas e infinidad de especies. Leche y miel, mantequilla, mermeladas y muchos tipos de frutas secas. Ha tenido la precaución de no guisar nihari, un guisote que hacen en Karachi con carne de vaca y sesos y médula.


-        No crea señor Azafrán que ocurre nada en particular. Hay días en que la espiritualidad me invade. Y como para reafirmar sus palabras, al levantarse, deja escapar un sonoro cuesco.

2 comentarios:

  1. Parece tentadora la comida paquistaní. Un gran saludo para todos.

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  2. Todas las comidas son tentadores si se preparan con esmero. Y estos canallas ponen mucho empeño en lo que hacen. Para ello dedican mucho de su tiempo a estudiar, y luego disfrutar. ¿o será disfrutar porque tienen que estudiar, que no me aclaro?

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