lunes, 12 de agosto de 2013

39. El Nasi lemak del submarino

Mapa de Malasia



Como en esos juegos de cadenas lingüísticas, donde el inicio es uno y el final otro muy diverso, Sor Prendida cuenta la historia de un amigo de su primo, ingenio naval, que viajaba en submarino de fabricación nacional, pero terminado en Francia, que partiendo de los astilleros galos su destino eran las costas de Malasia, formaba parte de la tripulación, para entregar al ejercito real malayo la preciada pieza, símbolo de la modernización del país.


                                                    Nasi  Memak

Cerca de 45 días de agitado viaje, con un único marino malasio que no hacía sino hablar de que cuando llegaran a puerto prepararía un Nasi memak, o arroz cremoso, que necesita de dos elementos fundamentales: las peculiares hojas pandan, procedentes de un árbol tropical, el  Screwpine, con hojas similares a las del puerro, y del que se extrae un líquido que denominan  kewra, muy similar en su utilización al agua de rosas. Y bilis ikan, anchoas secas, de potente sabor, que sirve de base al sambal, un majado como el que preparamos nosotros para realizar la samarreta de los calderos. Éste sambal utiliza así mismo pasta de gambas, chalotas o azúcar.

                                                           sambal

Pues unas millas antes de llegar a destino, llega una nave de la marina malasia, hace descender a todos los tripulantes “extranjeros”, son sustituidos por marinos nacionales, y la entrega la realizan los de casa. Y así, en la foto, lo que se ven son los sonrientes rostros de una marina moderna, y que ha realizado ya su primera travesía.

-              Las trampas son siempre un mala compañía. Por ello, Cardamomo, no haga demasiado el malasio y aproveche el envío de anchoas secas y de hojas de padan y prepare un arroz memorable.


2 comentarios:

  1. Todos los gobiernos introducen trampas para que el pueblo los admiren. La gente y Cardamomo no se la tragaron.

    ResponderEliminar
  2. Gobiernos, mandatarios, patronos, políticos y otros animalicos indeseables que pululan nuestra cotidianidad, como decía aquél personaje de una película de Colomo, el mejor vecino, el vecino muerto.

    ResponderEliminar