- Otro buen ejemplo de la
similitud entre cocinas es el Higgis Escocés.
Azafrán, siempre atento a las fechas, señala en el calendario que
encuentra sobre la pared, el 25 de enero, día en que se conmemora al poeta
Robert Burns. Y que se comienza la degustación del plato recitando su poema
“Addresss to a Hoggis”.
Haggis escocés
- Podríamos buscar una
fecha poética en nuestro calendario de Julio y conmemorar con Botillo, ese
legendario plato del Bierzo, a cualquier poeta, que por aquí, junto con
diseñadores, músicos y tontos del haba, los hay con demasiada frecuencia por
tahúlla cuadrada.
El Botillo y el Higgis son dos embuchados. Mientras que el plato
leonés es de color rojo intenso, con aromas de embutido ahumado y adobado con
pimentón. El plato escocés busca para su relleno partes de casquería, asaduras
de reno, de cordero, y hoy, muchos de los emigrantes escoceses que viven en
Estados Unidos, contrabandéan para llegando la fecha, poder degustar el Higgis
de manera auténtica, ya que las leyes del severo país perseguidor de espías que
muestran al mundo sus atrocidades políticas, impiden que el ser humano pueda
comer pulmones animales.
Botillo del Bierzo
- Pero no intente tirarlo
por la ventana, señor Cardamomo, imitando al admirado Loch Lomond, que ha
conseguido lanzar una pieza de 680 g a una distancia de 55, 11 metros.
- No se preocupe, señor
Azafrán, bastante me siento yo Higgis, Gordo, como para intentar practicar
ejercicios que abran más mi apetito primitivo.
Con un Dominio de Tarés, cepas viejas, de uva Mencía, comienzan su
degustación.
- No sé qué decirle, carismático Cardamomo. Estas interioridades
animales no están hechas para boca tan mediterránea como la mía.
En una palabra: bofe. Un saludo a Cardamomo y otro a azafrán.
ResponderEliminarCreo que no tiene consideración, y se lo aviso. Carmamomo ríe a risotadas, Azafrán sufre. Usted sabrá.
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