Mapa de Turquía
- Es hablar de Turquia y se le
queda cara de pajaríco, señor Azafrán.
- No sabe usted lo que es adentrarse en un país que tiene un puente
que une continentes. En una parte, Europa, y en otra Asia. Recorrerla con la
mujer que se ama. Y una tarde, desde las colinas por donde Aristoles enseñaba
filosofía, saber que ese mar que te mira, es el mar color de vino del que
hablaba Homero. ‘mar de color vino oscuro’.
Puente de Boğaziçi en Estambul
Pero no solo de vino vive el hombre enamorado, por ello, Cardamomo,
conocedor de que la culinaria otomana gusta de mezclar muchísimos productos y
especies en la gran mayoría de sus platos, realiza Do lmas de pimientos,
tomates y sobretodo berenjenas, para la cena turca que hoy tiene como banda
sonora los compases de Omar Faruk.
Dolmas turcos
- Prefiero a ese
filigranista del clarinete Hüsnü
Senlendirici. Acota Azafrán rebuscando en su extensa discoteca.
- Mucho pilav de arroz,
mucho cordero a la espalda, mucha magia con el uso de las especias, pero a ver
cuando estos pobres van y se quitan en sambenito del Döner Kebap, que está derrocando a las hamburguesas y al kétchup.
- Se llama justicia
mediterránea, Cardamomo. Y hay más verdad en cada una de esas torres que dan
vueltas alrededor del eléctrico fuego, que en las hamburguesas por las que no
pasa el tiempo de esos americanos. Viva el yogur, la ensalada y el picante.
- No se olvide de los
aguardientes turcos, señor Azafrán. Esos que su amigo decía que posibilitaban
el habla de idiomas desconocidos mientras se está bajos sus efectos.
Las aventuras de Cardamomo y Azafrán son insuperables. Saludos a los tres.
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