Mapa de Holanda
- Aquella amiga tan
dispuesta de Sor Prendida…
- Sí, Cardamomo, la
que siempre llevaba el maletín de juguetes para adultos en una mano, y en la
mochila su kid de cocina de supervivencia.
- Pues bien
cariñosa que era, señor Azafrán. Y complicada, que todo hay que decírselo,
compay. Pues la buena señora preparaba una tarta de ciruelas secas, con nueces,
que era una delicia deliciosa.
Una base como de masa sablée. Sí, ya sabe señor Azafrán, como arenilla
que se deshace cuando se le hinca el
diente, o en su caso el colmillo envenenado. Y ríe feliz por la ocurrencia y la
cara de genio corrupio que pone el profesor desterrado.
- Ya sé, Cardamomo,
azúcar, harina, mantequilla. Vainilla, huevos, leche y levadura.
- Bueno, a ella
gustaba de llamar polvos de hornear, como si de una mala traducción se tratara.
Y recuerda como la señorita Chup Chup ponía los labios muy juntitos
para decir: polvos de hornear.
Tara de Ciruelas y Nueces
- Siempre que la
preparaba me contaba cómo era la vida en ese barrio tan combativo y marxista:
el barrio rojo de Amsterdam.
Barrio Rojo de Amsterdam
Y Azafrán suelta un estruendo en forma de risotada. Nada de combativo,
fornicativo. Rojo por las luces que hay en los escaparates casas de las
cocineras del amor, mi ingenuo Cardamomo.
- Y yo que pensaba
que esa tarta se la daba a sus alumnos de educación sexual, a los que enseñaba
esos juguetes que olían tan bien, y con formas tan insinuosas.
- El amor agota, y
hay que reponer fuerzas. Ciruelas, nueces y azúcar. Un festín después del
festín.
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