sábado, 27 de julio de 2013

23. Bryndzové halušky



                                                                      Mapa de Eslovaquia



-        ¿Recuerda, señor Azafrán, de qué país es la bandera esa que tiene una Cruz de dos brazos, muy parecida a la que le llaman de Caravaca, y que hasta los más agnósticos y descreídos, tipo el Orrico, ese amigo suyo anarquista de derechas, la llevan con una fe mágica?
Bandera eslovaca

-        Se refiere usted, Cardamomo, a Eslovaquia, que antes formaba parte de Checoslovaquía, que estuvo ocupado por los turcos, y que formó parte del reino de Hungría, aunque hoy es república. Pero mi amigo Orrico no es anarquista de derechas, solo es de Caravaca, que eso ya es un destino en lo universal

-        Sí señor, que su capital…

-        Bratislava.

-        Bratislava, eso es, parece que quiere irse del país, por lo cerquita que está de la frontera.

-        No siempre las cosas tienen que estar en el centro para dirigir un país. Piense, mísmamente, en Paris o Londres.

-        Lo que usted diga, pero verá qué cosa tan rica le voy a preparar. Una especie de Gnoquis, con un potentísimo queso de cabra, y como apenas hace calor, unas virutas de tocino ahumado.

                                                         Halusky                  

-        Cardamomo, joder, que en la calle hacen mil y pico grados.




-        Pero estos halušky es que están muy ricos, y como dentro de poco vamos a dar el salto geográfico que nos va a impedir comer cerdaco, he pensado que nos demos una fiesta casi invernal. Además, estos países donde el frío es tan desmedido, saben de ahumados más que nadie.
En la mesa tres platos humeantes.


El poeta Javier Orrico


-        Ya me dirá usted para quien es el tercero.

-        Tal vez el de Caravaca se acerque. Como es tan imprevisible.
El timbre anuncia visita.

-        Ahora también va a resultar que usted es vidente.


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